Cuando entramos en el curso fuimos al patio del recreo a elegir cada uno nuestro árbol. El mio, es un plátano de sombra y su fruto es un poliaquenio esférico, con semillas unidas cada una a un vilano de pelos que favorece su diseminación al deshacerse el poliaquenio.
Luego, más adelante, fuimos al laboratorio con una hoja de cada árbol a verla con el microscopio. Luego, cogimos una semilla de ricino y la sembramos en un macetero, también sembramos varias clases de ortalizas para tener un huerto.
Pasamos a la elaboración del huerto que nos llevó un par de días. Nuestro profesor nos regaló unos guantes a todo para no dañarnos ni ensuciarnos las manos. Esperamos hasta que salieron las lechugas, y los tomates en los semilleros y los fuimos a trasplantar al huerto. Luego cogimos la planta de ricino y la pusimos cada una al final de su surco. Cogimos patatas, habas, frijones y ajos para sembrarlos. Poníamos todas la semanas comentarios sobre el árbol y el huerto, que si no tiene hojas, que al huerto le faltan la mitad de las cosas etc. Poco a poco fuimos regando y las plantas salían. Tardaron su tiempo pero al final dieron sus frutos, sin abono ninguno todo natural. Cuando salió todo, lo cogimos y no lo repartimos a mitades iguales. Ahora estamos esperando a los tomates pero creo que no le van a dar tiempo a salir.
